Crónicas del llano.
El futbol llanero tiene su encanto. Todos jugamos (antes no había fut-7) de una manera u otra, en alguna liga de futbol de llano. Futbol de barrio, de garra, de jugar por la camiseta, de partidos a las 7 de la mañana (y levantarte de madrugada para ir) o al sol del mediodía (con el sol directo), con espinilleras hechas de cartón, con equipos de 8 (con todo y cachirul) y acabar todo raspado, empolvado y cansado.
Es un futbol que se disfruta porque se vive, se juega a ganar, a sudar, a rompérsela. Se disfrutan las victorias y hasta las derrotas, siempre y cuando hayan sido peleando ("estuvo bien, ellos van de líderes"); normalmente, el fútbol llanero se caracteriza por algunos puntos en común:
El lugar. No importa cuál cancha sea, casi siempre es lo mismo: piedras, vidrios, basura o animales muertos.La cancha mal pintada (o sin pintar), porterías sin red, algunas zonas muy pequeñas con pasto que se niega a morir (y será lo único verde que se vea a la redonda). En algunas ligas, uno de los equipos tiene que llegar a pintar.
Tu equipo. Incompleto (lo de siempre!). De 25 credenciales o registros (con la foto de cuando ibas en primaria) sólo llegan 8 ("con eso la armamos"). Los que no son tan buenos siempre están (hasta parece que ahí durmieron) mientras que al goleador (si lo tuviera el equipo) hay que esperarlo (y a muchas veces aguantarlo) y no importa si llega tarde, es el titular indiscutible. Algunos llegan pedos, directo de la fiesta, desvelados, crudos y oliendo a trago. No falta el linimento o vic-vaporu para calentar (a veces ni eso). No llega el guey del balón, hay que andar consiguiendo para no perder por default; tampoco el que trae los registros, se tiene hasta el medio tiempo uff!.
Tu uniforme. La playera Galgo (sin short), mojado o medio seco con la plancha o el micro ondas; cinta masking o cinta canela para los números, por lo que no importa si hay dos iguales, siempre es posible convertir un 9 a un 19.
El equipo contrario. Llegan todos (malditos), con uniforme completo y hasta con banca.
El partido. Comienza 15 minutos tarde. Se caracteriza por balonazos buscando el error. Interrupciones continuas del partido porque sólo hay un balón. Muchas faltas (no falla el hachero del equipo que se dedica a repartir patadas). Y generalmente gana el equipo que logra hilvanar cinco pases seguido con balón controlado. Raspadas en los muslos por alguna barrida al estilo de los Super Campeones. Eso sí, si te lesionas, entonces sabrás quiénes son tus verdaderos amigos.
Al medio tiempo al lider del equipo (normalmente el que compra los uniformes) le sale el DT (Director Técnico o también dueño del termo) que todos llevamos dentro: regaña, grita, organiza el equipo ("tu nomas parado", "marca", "pásala", "revienta"), hace cambios, ordena marcas personales, planea la estrategia, cambia de portero y él se pone, ah! pide para el arbitraje, no falla (aunque siempre termina poniendo más).
En fin, la verdad es que el fútbol llanero es genial. Es la prioridad de cada domingo, aunque interfiera con algún juego en la televisión. ¿Cuáles anécdotas tiene usted del fútbol de llano?
Comentarios
Publicar un comentario