Juegos tramposos: Champion Baseball






Hace ya varios añitos (y estoy hablando ya de tres décadas), existió en las arcades o maquinitas uno de los juegos de baseball más tramposos de los que yo tenga memoria. Se llamaba Champion Baseball, desarrollado en 1983 por la compañía Alpa Denshi y destribuido por Sega. Aunque en esa época todo videojuego era una sensación, ahora que lo veo mejor en realidad no era la gran cosa: lento, gráficos muy sencillos y relativamente fácil de jugar. 

La dificultad era muy buena; de hecho no conozco a nadie que haya logrado vencer a la computadora. En verdad no había tanta ciencia: eras sólo tú contra ella, si tenías suerte o eras lo suficientemente hábil, podías anotar algunas carreras en las primeras entradas, sin embargo, ni bien ibas arriba en el marcador, cada roletazo de la computadora terminaba en hit, doble o hasta homerun y el problema era que sólo podías continuar jugando si ibas o empatado o arriba en el marcador. 

En resumen, tu juego duraba lo de tres intentos al bat, tres outs, y un homerun de la computadora, total: 30 segundos de juego. Fácil no?. Dinero echado a la basura, pero de niño qué importa eso!. En una ocasión un cuate logró llegar a la fatídica novena entrada con una ventaja de 19-1!...y en el cierre la simpática computadora le dió la vuelta con la mano en la cintura. 

Juegos como esos ya no es posible jugarlos ahora sino con emuladores. Hace poco logré, aunque de manera un tanto tramposa, vencer al equipo de la máquina. Y aprovechando de las ventajas del emulador, traté de descubrir qué ocurría si la llenabas de cuero (más de 99 carreras y cosas así). Y cosa interesante, descubrí lo siguiente:




  1. En la primera entrada el marcador no pasa del 74 (raro número para tope, no creen?), es decir, después de ese número, aunque le sigas anotando carreras a la computadora, el contador ya no aumenta.
  2. A partir de la segunda entrada, el marcador se reanuda pero al llegar a 99 carreras deja de contar de nuevo; así que lo mejor es continuar jugando y terminar el juego, dejando a la tramposa computadora en ceros claro!.
  3. Y el tan ansiado final, pues esta es la fabulosa pantalla, bastante chafa y sin sabor; lo bueno es que, después de tanto es fuerzo, te agradecen por jugar y te invitan a que lo hagas de nuevo.



Si alguna vez tuviste la oportunidad de jugar este juego, sabrás de lo que hablo...y si no, me gustaría decir: "de lo que te perdiste"...pero en verdad...no...no te perdiste de mucho.

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